El contexto físico.
Este tipo de contexto no
recurre a las otras palabras que aparecen junto con aquella cuyo significado
queremos precisar, ni a la situación en el espacio, en el tiempo o en el
dialogo, sino que se apoya en el mundo exterior, el mundo que nos rodea.
El contexto físico nos
ayuda a interpretar el sentido de las palabras.
El contexto físico es
selectivo y económico.
Si vemos el letrero no
fumar, no lo interpretamos como una advertencia para que todos los fumadores
dejen de fumar para siempre, sino como una orden de abstenerse de fumar en el
lugar preciso donde se encuentra el letrero.
Un mensaje no selectivo consistiría en explicar a un grupo de
personas en una reunión que está prohibido fumar en los cines.
Al poner el mensaje justamente en un objeto o en un lugar, se logra
la selectividad. El mensaje así va dirigido sólo a las personas que necesitan
recibir esta información.
El contexto físico no solo
se aprovecha para los signos lingüísticos, sino que en él se apoyan muchas
otras clases de signos, como los que se utilizan en el código de caminos y otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario